Las sorpresas que nos hacen reaccionar
Opinión - 06/04/2006
Por Mario E. Tapia
El inusitado y en buena hora crecimiento de la población de origen hispano en Estados Unidos necesita que, de cuando en cuando, alguien o algo nos sorprenda al punto de hacernos reaccionar. Es el caso del ultra conservador congresista por el quinto distrito de Wisconsin, Jim Sensenbrenner*.
Por ostentar el cargo de Presidente del Comité Judicial del Congreso estadounidense, por estos días su presencia ha sido casi diaria en los programas de noticias y de análisis de la televisión.
Llama la atención su carácter irascible e irreflexivo.
Al referirse al asunto de inmigración que por estos días le ocupa, es obvio que ya está falto de argumentos.
Sin embargo, sostiene su punto, "las personas indocumentadas han quebrantado la ley, por ende son delincuentes y no les podemos premiar con una amnistía", dice.
Sus colegas le insisten y tratan de hacerle entender que no se puede deportar a 20 millones de personas, a más de 3 millones de hijos de indocumentados, que ya son ciudadanos de EE.UU.
Le explican que al país no le conviene mantener una sub-clase en niveles de indigencia y le explican que este es un país de inmigrantes, y que estos siempre han aportado para hacer de éste, la primera potencia mundial.
Sensenbrenner no hace caso a nada, él es el auto-designado último paladín anti-latino.
Toda su actuación es para ponerse a pensar, ¿qué lo hará reaccionar de una forma tan obtusa?
¿No será que este congresista ha estado observando las estadísticas y quiere detener el curso de la historia de forma unipersonal?
Pienso que él ha de estar consciente que la población hispana de 14 millones en 1980 crece a 44 millones en el 2005, y que la propia Oficina del Censo proyecta a más de 100 millones los latinos para el año 2050. Uno de cada cuatro será latino.
Creo que Sensenbrenner basa su intransigencia también al saber qué el crecimiento de los negocios cuyos dueños son hispanos es tres veces mayor que el promedio nacional.
No ve con buenos ojos el crecimiento económico de nuestra comunidad.
El congresista no ve el desarrollo natural de los Estados Unidos, no acepta los cambios ocurridos en esta gran nación. Prefiere negarlos.
Decíamos que de tiempo en tiempo necesitábamos de algo o alguien que nos ayudara a detenernos y hacer nuestro propio recuento.
Señor Sensenbrenner, usted lo ha logrado. Con sus aberrantes ideas nos ha hecho pensar quienes somos en la actualidad.
Y es que nuestra comunidad ha ido creciendo en todo sentido, no solamente nuestras manos siembran y cosechan los campos, no solamente limpian y cortan el pasto de sus casas.
Los hispanos ya tenemos excelentes profesionales en todos lo campos del quehacer humano y nuestra gente conforma un segmento muy importante de las fuerzas armadas.
Y continuamos creciendo a un ritmo de 3.4 al año.
Señor Sensenbrenner somos el nuevo Estados Unidos, o si lo quiere, Somos ustedes.
Es hora de reconocernos y hacer nuevos amigos.
El insistir en sus planteamientos solamente le acerca a una xenofobia inaceptable que creíamos un tanto atenuada en los salones del Congreso de Estados Unidos, nuestro país.
Mario E. Tapia es un dirigente nacional latino que encabeza el proyecto "Somos ustedes". La página web es: www.gerolatino.org.
*Jim Sensenbrenner es el dueño de los productos Kimberly Clark. No aumentemos la fortuna de semejante personaje anti-latino.
PRODUCTOS KIMBERLY CLARK
Opinión - 06/04/2006
Por Mario E. Tapia
El inusitado y en buena hora crecimiento de la población de origen hispano en Estados Unidos necesita que, de cuando en cuando, alguien o algo nos sorprenda al punto de hacernos reaccionar. Es el caso del ultra conservador congresista por el quinto distrito de Wisconsin, Jim Sensenbrenner*.
Por ostentar el cargo de Presidente del Comité Judicial del Congreso estadounidense, por estos días su presencia ha sido casi diaria en los programas de noticias y de análisis de la televisión.
Llama la atención su carácter irascible e irreflexivo.
Al referirse al asunto de inmigración que por estos días le ocupa, es obvio que ya está falto de argumentos.
Sin embargo, sostiene su punto, "las personas indocumentadas han quebrantado la ley, por ende son delincuentes y no les podemos premiar con una amnistía", dice.
Sus colegas le insisten y tratan de hacerle entender que no se puede deportar a 20 millones de personas, a más de 3 millones de hijos de indocumentados, que ya son ciudadanos de EE.UU.
Le explican que al país no le conviene mantener una sub-clase en niveles de indigencia y le explican que este es un país de inmigrantes, y que estos siempre han aportado para hacer de éste, la primera potencia mundial.
Sensenbrenner no hace caso a nada, él es el auto-designado último paladín anti-latino.
Toda su actuación es para ponerse a pensar, ¿qué lo hará reaccionar de una forma tan obtusa?
¿No será que este congresista ha estado observando las estadísticas y quiere detener el curso de la historia de forma unipersonal?
Pienso que él ha de estar consciente que la población hispana de 14 millones en 1980 crece a 44 millones en el 2005, y que la propia Oficina del Censo proyecta a más de 100 millones los latinos para el año 2050. Uno de cada cuatro será latino.
Creo que Sensenbrenner basa su intransigencia también al saber qué el crecimiento de los negocios cuyos dueños son hispanos es tres veces mayor que el promedio nacional.
No ve con buenos ojos el crecimiento económico de nuestra comunidad.
El congresista no ve el desarrollo natural de los Estados Unidos, no acepta los cambios ocurridos en esta gran nación. Prefiere negarlos.
Decíamos que de tiempo en tiempo necesitábamos de algo o alguien que nos ayudara a detenernos y hacer nuestro propio recuento.
Señor Sensenbrenner, usted lo ha logrado. Con sus aberrantes ideas nos ha hecho pensar quienes somos en la actualidad.
Y es que nuestra comunidad ha ido creciendo en todo sentido, no solamente nuestras manos siembran y cosechan los campos, no solamente limpian y cortan el pasto de sus casas.
Los hispanos ya tenemos excelentes profesionales en todos lo campos del quehacer humano y nuestra gente conforma un segmento muy importante de las fuerzas armadas.
Y continuamos creciendo a un ritmo de 3.4 al año.
Señor Sensenbrenner somos el nuevo Estados Unidos, o si lo quiere, Somos ustedes.
Es hora de reconocernos y hacer nuevos amigos.
El insistir en sus planteamientos solamente le acerca a una xenofobia inaceptable que creíamos un tanto atenuada en los salones del Congreso de Estados Unidos, nuestro país.
Mario E. Tapia es un dirigente nacional latino que encabeza el proyecto "Somos ustedes". La página web es: www.gerolatino.org.
*Jim Sensenbrenner es el dueño de los productos Kimberly Clark. No aumentemos la fortuna de semejante personaje anti-latino.
